Tratamientos para el cólico del lactante
Según la Asociación Española de Pediatría (A.E.P.), el cólico del lactante es un cuadro de llantos prolongados, a veces inconsolables, que se inician alrededor de la segunda semana de vida, repitiéndose casi a diario o a diario, y que puede persistir hasta el tercer o cuarto mes. Suele sufrirlo 3 de cada 10 bebés, en los cuales el llanto que presentan suele producirse desde el atardecer hasta entrada la madrugada, y debe tener una duración de al menos 3 horas a lo largo del día.
Según la A.E.P aún no se ha encontrado la causa del cólico del lactante, aunque existen 3 tipos de teorías a nivel médico:
- Causa psicológica: No en relación con problemas psicológicos del niño, sino más bien con una conducta inadecuada de los padres ante lo que le pasa al niño. Padres ansiosos, que se agobian fácilmente, inseguros en el manejo del mismo, etc.
- Causas digestivas: La inmadurez del intestino parece ser la causa principal.
- Causas alérgicas: La intolerancia a la proteína de la leche de vaca. De hecho se ha comprobado que algunos niños con cólicos muy intensos que pasan a ser alimentados con leches especiales, mejoran.
El tratamiento que utilizamos es:
- Masaje: Un masaje en el abdomen del bebé en dirección a las agujas del reloj. Este masaje se puede hacer antes o después de comer, o incluso antes para prevenir el cólico y después para calmarlo.
- Tranquilizar a los padres. Intentar establecer rutinas diarias, patrones de sueño, etc.
- En ocasiones, un tacto rectal y una dilatación suave del esfínter anal usando vaselina proporcionan un alivio espectacular de los síntomas.
- Procurar que trague el menos aire posible con el biberón (tetina siempre llena de leche y el agujero apropiado) y que eructe bien después de las tomas.